Leopoldo de Gregorio, Squilacce como se le llamaba en Italia y Esquilache como se lo llamaba en España, ministro preferido de Carlos III, hombre impetuoso y partidario de arreglarlo todo por la vía rápida, fue el firmante de las medidas que encendieron en 1766 las furias populares.
En efecto, una vez lograda la libertad de comercio de cereales -su gran proyecto- satisfecho por la marcha de las obras que se llevaban a cabo en Madrid, Esquilache desempolvó un viejo proyecto de los tiempos de Fernando VI, proyecto que proponía la sustitución de las arraigadas capas largas y los chambergos -enormes sombreros de ala ancha- por capas cortas y el sombrero de tres picos o tricornio. Las razones esgrimidas eran, bien mirado, obvias: a nadie se le ocultaba que aquellas larguísimas capas permitían un embozo perfecto, bajo el cual podía ocultarse cualquier arma y que, asimismo, el sombrero de ala ancha "vertía sombra impenetrable sobre el rostro", por lo que capa y sombrero servían para cometer toda clase de impunes fechorías. Esquilache estaba convencido de que la modificación del tradicional atuendo era ineludible y así lo exigió.
Completo y ordenado.Nota Muy Bien Alto.
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